¿Te suena?
– Estoy como si llevara una mochila puesta.
– Me levanto “doblao” o “doblá” de la silla, del sofá, de la cama.
– Parezco “robocop”.
– Me tiro panzadas en la misma postura delante del ordenador, en el sofá, en la fábrica.
– No tengo tiempo para hacer ejercicios.
– He intentado cambiar la postura muchas veces y al momento ya estoy mal colocad@.
– Cambiar los hábitos posturales es imposible.
Te explico cómo resolverlo.
Te costará entre 5 y 10 minutos al día, repartidos en 5 a 10 veces de 1 solo minuto.
Ahora viene la cadena de excusas, el trabajo, los hijos, la pareja, la pereza, …
¡¡Venga que minutos sueltos tenemos todos!!
Y si sucede que tienes personas a tu cargo, trabajo y circunstancias complicadas, puedes comenzar con un solo minuto al día.
Una de las causas más frecuentes de dolor o falta de confort es tener hábitos posturales que los produzcan.
En mi experiencia no hay nada más costoso que cambiar un hábito, y cuando se recomienda parece que va a ser imposible conseguirlo.
No voy a decir que sea fácil, ya que lo primero es necesario querer hacerlo. Y a veces para querer hacerlo nos tenemos que ver bastante mal, si no parece que podemos aguantar la incomodidad todavía un poco más… Asi que lo primero es que veas que lo necesitas.
Tienes que saber que no vamos a cambiar completamente el hábito postural en el próximo semestre, quizás ni en el próximo año.
Solo tenemos que poner un grano de arena cada día, y perseverar.
¡¡Eh!! Y el hábito al final cambia, te lo digo por experiencia propia.
Llevo desde 1999 practicándolo, así que echa cuentas.
¿En qué consiste?
Tenemos que:
- corregir la postura de manera consciente
- y darnos cuenta cómo respiramos durante 2 respiraciones.
¡¡ 1 minuto!!
¡Y luego barra libre!
Podemos volver a enfrascarnos en nuestro trabajo, o serie favorita, sin necesidad de mantener la postura correcta, (aunque podéis mantenerla el tiempo que queráis, que eso no hace daño a nadie)
Pepito Grillo dice que podéis repetirlo en el día las veces que queráis una vez por hora, sobre todo cuando vais a mantener una postura por más de una hora.
No es lo mismo estar 8 horas seguidas en la misma postura que 8 veces una hora en la misma postura.
1. ¿Cómo corregimos la postura?
Si estamos de pie,
- repartimos de forma equilibrada el peso en nuestros pies,
- flexionamos ligeramente las rodillas
- y erguimos suavemente el tronco.
Si estamos sentados,
- colocarnos sentados sobre los isquiones y, ¿qué puñetas son los isquiones?
Si metemos las manos debajo del trasero estando sentados, son las dos zonas duras que sentimos, no tiene pérdida.
Truco: será un poco más fácil si tenemos la cadera más alta que las rodillas.
Y lo conseguimos así:
- poniendo un pequeño cojín solo bajo el trasero, no las piernas
- sentándonos más al borde de la silla y echando los pies un poco hacia atrás.
Si estamos tumbados,
- Alineamos nuestra columna y sentimos que no hay ningún esfuerzo en nuestra postura.
2. ¿Cómo hacemos las respiraciones?
Inspiramos por la nariz y sacamos el aire por la boca, sin querer modificar para nada nuestra respiración, solo observamos cómo es nuestra respiración en ese momento.
¿Y cómo recordamos esto cada hora?
Ahora hay muchas formas de notificarte intervalos de tiempo:
- Puedes crear eventos en el calendario de forma diaria y que te avise de cada evento.
- Puedes crear alarmas en tu movil o en el en el smart watch.
- Los métodos tradicionales también funcionan:
- puedes poner un post-it en la pantalla del ordenador o en la mesa que te recuerde ese cambio de postura,
- también una pulsera de goma, que cambies de muñeca cada vez que hagas una parada.
Puedes pensar que levantarse a beber agua o ir al baño, ya son cambios de postura; eso es muy positivo que pase, sin embargo, tiene un mayor impacto cambiar la postura de forma consciente, por eso cuando se hagan una de esas pausas a la vuelta puedes aprovechar a respirar esas dos veces y tomar consciencia de la postura.
Siendo constante en hacerlo de forma diaria, en muy pocas semanas vas a comenzar a notar un cambio en tus dolores y además te darás cuenta de que vas mejorando tu postura sin ningún esfuerzo, en otros momentos del día, y que harás más respiraciones de forma consciente.
Si tienes más curiosidad en ahondar con la respiración y tomar más conciencia de tu salud, el chi-kung es una herramienta que utilizo, si quieres saber más, aquí.